Laguna Redonda, sendero Ecológico en Playa Esmeralda
La Ruta Playa Esmeralda – Laguna Redonda es uno de los recorridos más inspiradores y enriquecedores para quienes desean conectarse profundamente con la naturaleza de Miches. Este sendero es ideal para caminantes, fotógrafos, observadores de aves y ecoturistas en busca de paisajes vírgenes, sonidos naturales y la tranquilidad que solo este rincón del noreste dominicano puede ofrecer.
Inicio en la Playa: un despertar de los sentidos
El recorrido comienza a orillas de Playa Esmeralda, donde la brisa marina y el canto de las aves costeras marcan el inicio de la aventura. Con el océano a tus espaldas, te adentras en un entorno de transición: la arena dorada cede paso a una vegetación baja y caminos de tierra que se vuelven cada vez más frondosos.
Durante los primeros minutos de caminata, se pueden observar cangrejos ermitaños, pequeñas aves playeras y una flora adaptada al ambiente salino, como las uvas de playa y los manglares que bordean algunas zonas húmedas.
Entre bosques tropicales y humedales
A medida que se avanza por el sendero, el paisaje cambia drásticamente. Se ingresa en una zona de bosque tropical húmedo, donde los árboles altos forman un dosel natural que filtra la luz del sol. En este tramo es común escuchar el trinar de los ruiseñores, los golpes de los pájaros carpinteros, y ocasionalmente, el crujir de ramas provocado por pequeños mamíferos autóctonos como el solenodonte o la jutía.
También es posible encontrar charcas naturales con vegetación acuática, hogar de ranas, libélulas y mariposas, lo que hace que cada paso sea una oportunidad de descubrimiento. Este segmento invita a la contemplación y la pausa.
Observación de aves
Este sendero es especialmente recomendado para los amantes de la ornitología. Al acercarse a la zona de la Laguna Redonda, se abre un panorama espectacular donde se pueden observar especies como:
- Garcetas blancas y azules
- Cigüeñas
- Ibis rojos
- Zorzales y tórtolas
- Y, con suerte, el majestuoso águila pescadora
Un pequeño mirador de madera permite detenerse y contemplar la laguna en silencio. La biodiversidad del entorno es resultado de un ecosistema perfectamente equilibrado entre el mar, el manglar y el bosque.
Final en la Laguna Redonda: calma absoluta.
El sendero culmina en un punto elevado desde el cual se observa la Laguna Redonda en todo su esplendor. Aquí el visitante puede sentarse a descansar, hacer un picnic, tomar fotografías o simplemente dejarse envolver por los sonidos del entorno. La sensación de paz es indescriptible.
Algunos tours organizados ofrecen la opción de continuar el recorrido en bote por la laguna, lo que complementa la experiencia con otra perspectiva del ecosistema.
Información útil
- Duración del recorrido: 1.5 a 2 horas a pie (ida).
- Nivel de dificultad: Fácil a moderado.
- Recomendado para: Familias, grupos de ecoturismo, fotógrafos, aventureros.
- Qué llevar: Ropa cómoda, protector solar, repelente de insectos, agua, binoculares y cámara fotográfica.


